Sin el respaldo de la mayoría social, los diputados de Junt pel Sí y la CUP aprobaron en el Parlament una resolución para emprender lo que denominan "desconexión con el Estado y la legalidad españolas". En definitiva, un golpe contra la democracia y el marco legal que protege los derechos de todos. Una desconexión que Mas necesita para no ser juzgado por los problemas de corrupción de Convergència, y sobre los que ERC y la CUP están dispuestos a hacer la vista gorda en nombre del “procés”.

Pero un Estado de Derecho no desconecta, y el nuestro dispone de las herramientas necesarias para protegerlo de cualquiera que pretenda embestirlo. De momento, el Tribunal Constitucional ha suspendido esa resolución. Pero con toda esta situación, lo único que están consiguiendo Junts pel Sí y la CUP es generar una incertidumbre que repercute negativamente en las vidas de los catalanes: empeora la calidad de nuestra deuda pública, repelen inversiones que generan empleo y riqueza, y estimula la deslocalización empresarial. En definitiva, perjudican a la prosperidad de Cataluña.

Si han desconectado de algo es de la composición de Cataluña, de su pluralidad, de las necesidades de las personas que se encuentran en situaciones de emergencia social y que pueden ser atendidas empleando las amplias competencias de las que dispone la administración autonómica para darles solución. Desde Ciutadans trabajamos para que los catalanes dispongamos de un gobierno limpio, que vele por la convivencia y priorice las necesidades de las personas en una Cataluña para todos, dentro de España y de la Unión Europea.